¿Sabías que el pie tiene 26 huesos, 33 articulaciones y más de los 100 músculos, tendones y ligamentos?
Nos permiten andar, saltar, sostenernos…entre muchas acciones más. Cuídalos.
El triatlón es un deporte olímpico que consiste en realizar 3 disciplinas deportivas, natación, ciclismo y carrera a pie, que se realizan en orden y sin interrupción entre una prueba y la siguiente. Las lesiones del pie del triatleta normalmente van asociada al impacto contra el suelo y a la técnica que cada uno posee.
Las más comunes sufridas en esta actividad física son:
- Tendón de Aquiles: Puede inflamarse por muchas razones, como por ejemplo, un calzado con una incorrecta amortiguación o también el entrenamiento excesivo con mayor intensidad. Es recomendable los ejercicios de fortalecimientos antes de la actividad y también los estiramientos una vez finalizada. Si cambia la superficie de entreno, comenzar poro a poco adaptándose a esta. Si ya sufres esta lesión, la ayuda de plantillas personalizadas que le descargue y relaje el tendón, ofreciéndole un buen apoyo con estiramientos aconsejados por podólogo le servirá para lidiar con la lesión.
- Shin Splints: Una ruptura de las fibras de Sharpey de los músculos; flexor largo de la tibia e inserción tibial del soleo.
- Para prevenirla es importante el correcto reparto del peso en el pie y fortalecer los pies y tobillo.
- Ampollas: Son más propensas en climas cálidos y por lo general aparecen por fricción de calzado y calcetín. Lo recomendable es usar el adecuado y que se adapte bien al pie y que transpire. No pinchar la ampolla para evitar infecciones. Mejor ante este caso es acudir a un podólogo,
- Uñas encarnadas: Se le llama onicocriptos y nos referimos así a la lesión que aparece una un borde de la uña penetra la piel del dedo, produciendo dolor, enrojecimiento e inflamación. En el pie del triatleta puede ser debido al uso de calzado demasiado ajustado, un golpe o mal corte de la uña. Mejor ante esta patología es no tratar de cortar la uña, es difícil adquirir la posición adecuada para su corte. Lo recomendable es acudir a un podólogo para el corte y extracción de espícula o bien para su tratamiento quirúrgico definitivo en el caso que la patología sea repetitiva.
- Pie de atleta: Aparece cuando la piel está húmeda, cálida o irritada. Es una enfermedad de la piel causada por hongo, normalmente entre los dedos aunque puede extenderse a la planta de los pies. Para prevenir el pie de atleta, es importante el uso de zapatillas en vestuarios y duchas públicas, así como mantener una buen higiene del pie manteniéndolos lo más seco posible, con ayuda de calcetines que transpiren y calzados ligeros y ventilados.
- Fascitis plantar: Es una inflamación de la fascia plantar, una estructura gruesa y fibrosa formada por tejido conectivo. Se origina en la tuberosidad interna del calcáneo y se inserta en la falange proximal de los dedos.
Entre sus funciones están; estabilidad, amortiguar y proveer de energía elástica al pie. El mal apoyo del pie, calzado inadecuado o los aumentos de entrenamientos bruscos, pueden ser la causa de su inflamación.
El problema puede estar presente durante meses o incluso años. Es por ello, la importancia de realizar un estudio biomecánico y de la pisada que determine si está realizando un correcto apoyo y tratamiento ortopodológico en el caso que fuese necesario para realizar una marcha correcta. De este modo garantizar un mejor rendimiento en la actividad y evitar lesiones.
Realizar revisiones periódicas en tu clínica podológica de confianza puede hacerte prevenir cualquier tipo de lesión en tus pies antes, durante y después de una competición. Por mínimo que sea tu dolor o molestia ven a vernos a la Calle Afán de Ribera, 99 donde nuestro equipo te realizará todos los estudios necesarios para que mejores tus tiempos y sobre todo acabes tus competiciones lo mejor posible. ¡Te esperamos!